El Consello Regulador, Agrupación de Productores Reconocida

El Consello Regulador de la DOP Mexillón de Galicia ya ostenta la condición de Asociación de Productores Reconocida, un logro que es una consecuencia directa del Reglamento 2014/1143 del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a las indicaciones geográficas para vinos, bebidas espirituosas y producto agrícolas, especialidades tradicionales garantizadas y menciones de calidad facultativas para productos agrícolas.
Una resolución de la Dirección Xeral de Pesca publicada el pasado 24 de febrero refrendaba de manera oficial ese reconocimiento.
Una Asociación de Productores Reconocida cuenta con unas atribuciones que le permiten ejercer sus derechos actuado como un “contrapeso” frente a la competencia de otras entidades de mayor tamaño. Así se establece en el articulado del Reglamento, que especifica que los productores de indicaciones geográficas son principalmente pequeñas o medianas empresas que se enfrentan a otros operadores que intervienen a lo largo de la cadena alimenticia, lo que puede originar una competencia entre los productores locales y los que actúan a mayor escala. “En ese contexto, en interés de todos los afectados, es necesario permitir que una única agrupación de productores lleve a cabo acciones específicas en nombre de los productores acogidos a una indicación de calidad diferenciada. A tal fin, debe establecerse la categoría de Agrupación de Productores Reconocida”.
Estas figuras dotan asimismo a los consellos reguladores de unas herramientas necesarias para afrontar aquellos procedimientos en los que deban hacer cumplir sus derechos de propiedad intelectual e industrial ante prácticas desleales.
Como agrupación de productores reconocida, el Consello Regulador, en representación de todos los productores, puede emprender acciones para garantizar la protección de la Denominación de Origen, así como acordar las medidas para mejorar su funcionamiento en lo relativo a la sostenibilidad ambiental, social y económica y adoptar iniciativas dirigidas a aumentar el valor de los productos amparados.
De esta nueva figura podría esperarse que sirviese también para habilitar vías de financiación hasta el momento fuera del alcance del Consello Regulador.